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Cada una de las islas que conforman el archipiélago canario es un deleite para los sentidos, una experiencia diferente y única, con numerosos atractivos para los más pequeños de la casa: parques temáticos y acuáticos, playas interminables, parques nacionales, paisajes lunares, museos donde aprender y jugar… Imposible aburrirse.

Lanzarote, explorar el reino del Timanfaya
La isla muestra una herida a cielo abierto por donde el planeta expulsó lava y fuego hasta conformar un paisaje espectacular. Esa presencia dominante del volcán se refleja en el territorio transformado por el hombre para aprovechar la escasa humedad para la agricultura.

En Lanzarote es obligado visitar los centros diseñados por el artista César Manrique. Uno de esos espacios es la Montaña del Fuego, en el corazón del Parque Nacional de Timanfaya (declarado en 1974), donde se puede cocinar con el calor del interior de la tierra. El Centro de Interpretación del Parque Nacional ofrece rutas guiadas a pie a su interior y una exposición interesante sobre el origen de Timanfaya. Al norte de la isla se encuentra la Cueva de los Verdes, enormes galerías por donde corrió la lava y que comunican con Los Jameos del Agua, una gran piscina natural bajo tierra que crece o baja al ritmo de las mareas. Para disfrutar del mar con tranquilidad, podemos escoger entre Playa Grande, en Tías, o Papagayo, en Yaiza. En el trayecto hacia el sur están las Salinas del Janubio, con sus montañitas blancas de sal.

El fondo marino de la Costa Brava es una reserva natural protegida con aguas claras en la que viven numerosas especies marinas y en la que pueden practicar el buceo tanto los más expertos como iniciados en este deporte.

Escaparse y relajarse un fin de semana en la Costa Brava siempre es una excelente opción para disfrutar cualquier fin de semana del sol, mar y montaña en buena compañía. Dos visitas obligadas son las Islas Medas y el Cap de Creus. Unos lugares mágicos que conservan una fauna y flora típicamente mediterránea.

Esta reserva natural fuertemente protegida, cuenta con un espectacular fondo marino que permite bucear entre aguas claras y descubrir un espectáculo marino de luz y color.

Para los recién introducidos en el mundo del submarinismo, el bautismo de buceo es la forma más interesante de aprender a disfrutar de la experiencia de nadar bajo del mar. Éste consiste en iniciarse en este deporte mediante inmersiones de no más de 15 metros de profundidad en compañía de expertos profesionales.

Por el contrario, los más expertos podrán realizar inmersiones a los fondos marinos, deslizándose bajo el agua y descubriendo entornos de ensueño rodeados de un impresionante paisaje formado por la pared peninsular de la cordillera del Pirineo.

Ningún lugar en el mundo puede presumir de la magnífica alquimia que posee Nápoles: una naturaleza espectacular, arte e historia milenarios, tradiciones ancestrales, colores y sabores arrebatadores y gentes llenas de pasión y entusiasmo vital. Pero el Golfo que la acoge concentra muchos más atractivos: el Vesubio, Pompeya y Herculano, la península Sorrentina y las islas de Ischia, Capri y Procida.

Nápoles tiene un carácter heterodoxo que se aprecia desde la primera vista de sus edificios de la ciudad vieja; esos edificios que presentan un aspecto, entre fantasmal de día y vital de noche, como si les hubieran derramado un ácido corrosivo en sus fachadas y les hubieran descarnado la belleza que en su día tuvieron, dejándoles la piel a tiras, grisácea a veces, amarillentas y envejecidas otras. Ahora, todos esos edificios son bellos por dentro. Y a sus pies, las grandes losas de piedra de lava convierten ese centro antiguo en calles sin aceras, y ni falta que hacen. Peatones y vehículos se entrecruzan en ese caos organizado, donde el peligro reside en observar las reglas de la rutina de las ciudades, digamos, civilizadas del norte de Europa. En esta orquesta ciudadana, todos desafinan. Y, ay de aquel que intente afinar, aquel que intente tocar la partitura tal y como fue escrita en los papeles de los reglamentos. Estas calles, este centro de Nápoles y, por extensión, sus barrios y colinas de los alrededores, son un espectáculo de danza, de equilibrios imposibles, de sonidos en todo tipo de tonalidades, surgidos más para subrayar una postura personal que una queja colectiva. Aquí veréis a la familia entera en moto y sin casco: el papá en medio, la mamá detrás, la pequeña delante, agarrada al manillar y sin ningún temor en la mirada. Y no pasa nada. Esa misma moto puede que acabe, en unos minutos, aparcada en la tienda familiar, pegada al mostrador, donde mamá vende telas y productos de mercería. Junto a esta tienda hay un pequeño comercio de alimentación. Cuatro pisos más arriba, atado al balcón, hay un cubo de plástico. Desde el balcón, la señora María arriará el cubo para que, una vez abajo, en la calle, su nuera, su hermano o su hija lo llene con lo que acaba de comprar hace un minuto en la tienda de al lado. No hay mejor montacargas que este cubo de plástico para ahorrarse los escalones de las viejas casas (palazzi dirán aquí, y en realidad lo fueron), en las cuales ya no hay posibilidad de meter un ascensor, no por falta de espacio sino por abandono económico y letárgico de la idea.

Lo último de la ciudad que siempre da más: Las Vegas

Una vez más, y no será la última, Las Vegas se reinventa para seguir siendo la “capital del pecado”. En esta ocasión se reviste de lujo y estilo. A esta legendaria ciudad ya no se viene sólo a jugar sino también a disfrutar de algunas de las tiendas, restaurantes y espectáculos más grandes, exclusivos y extravagantes del mundo.

Los cambios en Las Vegas se suceden de una manera tan vertiginosa como los trucos de magia de Siegfried and Roy o los cambios de vestuario de Cher. Un simple toque de dinamita y, cuando desaparece el humo, el legendario Sands se ha transformado en una réplica a escala de Venecia, Gran Canal y Campanile incluidos. De nada sirvió que Frank Sinatra y compañía formaran el Rat Pack en el hotel que fuera su segundo hogar en los años 60. En la tramoya de este espectáculo que es Las Vegas, palabras como tradición y valor histórico no son de uso común. Si algo ya no funciona, se dinamita, y a otra cosa.

Este año Finlandia quiere dedicarle sus vacaciones a los pequeños de la casa, por eso el país cuenta con numerosos parques temáticos que unen naturaleza y diversión. Uno de ellos es el parque de atracciones Linnanmäki, en Helsinki, que ofrece la entrada gratuita durante todo el verano. Muy cerca se ubica el acuario Sea Life, que posee 50 tanques de agua en los que viven más de cien especies de animales marinos.

En la ciudad de Tampere, y junto al lago Näsijärvi, está el Särkänniemi Adventure Park que cuenta con 35 atracciones, un acuario, un delfinario, un planetario, un zoo para niños, un museo de arte y una torre de observación.

Más al norte, el Ranua Wildlife Park es un zoo situado al sur del Círculo Polar que ofrece la oportunidad de ver animales del Ártico en su hábitat natural, como osos pardos y polares, búhos de las nieves, lobos y zorros. Entre las actividades para niños de este verano ofrecen paseos a caballo y la oportunidad alimentar a los animales.

Por otra parte en Finlandia se celebrarán dos festivales dedicados a los niños. Por un lado en la ciudad de Pori tendrá lugar el Pori Jazz Kids Festival del 11 al 15 de julio, donde podrán participar gratis en más de 90 talleres musicales, conciertos y actuaciones de blues, jazz, gospel y armónica, en torno al tema “Vuelta a las raíces”. Por otro lado el Festival de Helsinki acercará el arte a los niños con espectáculos de teatro, marionetas y clown durante el mes de agosto.



La isla de Cuba es, sin duda, no sólo uno de los lugares más visitados del Caribe, sino también uno de los más atractivos. Por un lado la magia de la isla te envuelve, te transporta a épocas pasadas en las que, quizás, otro tiempo fue mejor, pero sus gentes te atrapan con sus cantos y risas, y, por si lo dicho no es suficiente, mojitos y piña colada rematan un paraíso de ensueño.

La capital de Cuba, la ciudad de La Habana, es uno de los lugares más increíbles que pueden visitarse. Los paladares, los curiosos `coco-taxis´ y los coches de los años cuarenta que se usan como taxis clandestinos dan vida a una ciudad que se abre a cuantos la visitan.

Sus gentes, alegres y tranquilas se ofrecen al viajero para acompañarles a los lugares más insospechados de La Habana a cambio de los que ellos llaman `regalos´. Jabones, comida, ropa o algo de dinero son los codiciados regalos de una población que no parece estar demasiado contenta con las cartillas de racionamiento y las ropas que les ofrece el Estado. Pese a ello, los cubanos no parecen estar tristes nunca. Risas y bailes plagan la capital de alegría sin final, y transmiten a quiénes acuden un sinfín de sensaciones e impresiones tan dispares que cautivan a todo el que visita esta isla del Caribe.

El clima tropical y las enormes playas de arena blanca como las de Varadero o los Cayos hacen irresistible para cualquiera disfrutar de unas horas bajo el sol y darse un buen chapuzón en las aguas azules y cristalinas de la isla. Disfrutar de unos días en un hotel de las zonas turísticas es la opción a la que más acude la mayoría de los viajeros. El famoso `todo incluido´, que parece no tener fin, es perfecto para todos aquellos que quieran descansar, comer, beber y tomar el sol horas y horas.

Para los más intrépidos lo mejor es alquilar alguna de las viviendas cubanas cercanas a las playas y patear la isla de arriba abajo. Recorrer los pueblos de la isla, sus carreteras, sus parajes naturales (espectaculares) y compartir las formas de vida y costumbres de las gentes de Cuba son las mejores maneras de conocer en profundidad a un pueblo que ha luchado mucho y que, seguro, seguirá guerreando.

Crocia cuenta con una belleza incalculable. Zagreb, su capital, conserva el estilo medieval de sus inicios. La ciudad costera de Dubrovnik está rodeada por una muralla que alberga en su interior el Palacio de los Rectores, la Catedral de Velika Gospa o la Plaza Luza, entre otros.

Algunos de los monumentos de la ciudad de Split son fruto de las construcciones arquitectónicas del Imperio Romano, como el Palacio Diocleciano o la Catedral de San Diomo. Además, Croacia cuenta con 8 Parques Nacionales y 10 Parques Naturales.

Croacia es un destino con un amplio abanico de turismo y ahora puede ser el viaje de tu vida.

En la región de Dalmacia, en pleno Mar Adriático, existe un reguero de ciudades y pequeños pueblos de pescadores donde dejaron su huella griegos, romanos, bizantinos, francos y venecianos. Merece la pena llegar hasta aquí para revivir la historia y surcar un mar salpicado por miles de islas, playas inimaginables y parques naturales.